La palabra motivación
proviene de la raíz movere - mover- movimiento; algunos de los sinónimos que
normalmente se utilizan al hablar de motivación son : excitación, energía,
intensidad, activación, fuerza, etc.
La motivación
debe analizarse también como una de las habilidades psicológicas que se
requieren para convertirse en un jugador efectivo.
La motivación
es un tema clave en cualquier actividad humana, ya que en los ámbitos
laborales, académicos o deportivos, el rendimiento y los buenos resultados
tienen mucho que ver con el nivel de motivación que tienen las personas.
Uno de los
errores que a menudo se manifiestan en el ámbito deportivo, es creer que por el
sólo hecho de dedicarse a una actividad, que a uno le gusta, le pagan bien (a
veces), tiene repercusión mediática (a veces), tiene éxito (a veces), etc.; lo
que lo convierte en un lugar deseado por una gran mayoría, un deportista
debería estar siempre motivado.
Si bien es
cierto que lo precedentemente mencionado es un factor importante para
constituir la motivación de una persona, no podemos desconocer que los
componentes biológicos, sociales, cognitivos y emocionales, son formadores de
la motivación básica de una persona, y si tenemos en cuenta que los tres
últimos factores (sociales, cognitivos y emocionales), son cambiantes por
naturaleza, va de suyo que la motivación es una cualidad evidentemente
dinámica.
A pesar del
carácter dinámico de la motivación, hay una gran cantidad de entrenadores de
fútbol que creen (y así lo declaran públicamente) que la motivación de un
futbolista es una cualidad permanente e inalterable en el tiempo.
Al respecto, y
a modo de ejemplo, recuerdo una jornada de medicina y psicología aplicadas al
deporte, llevadas a cabo el 26/6/99 en un colegio de la ciudad de San Isidro,
donde el tema a tratar fue "La Motivación en el Deporte", por un
panel compuesto por el Profesor Alfano (Preparador físico del Club A. Huracán),
el Lic. Gabriel Levy (Psicoanalista), el Sr. Miguel Angel Russo (Director
Técnico), y el Sr. Jorge M. Trasmonte (Prosecretario de Redacción del Diario
deportivo Olé).
En su
exposición, el Sr. Russo se preguntaba en voz alta: "¿Por qué se necesita
Motivación? " (sic)," ¿Por qué les tengo que transmitir como jefe de
grupo?" (sic)," ¿Porqué tengo que manejar la Motivación?" (sic),
" ¿Por qué yo tengo que desarrollar la motivación de un individuo?"
(sic).
Afirmaba
también, "La motivación es algo gris" (sic), o "Motivar significa
sufrimiento" (sic), y "A mí me tocó sufrir mucho" (sic), y por
último también decía: "Si empiezo a leer libros, hay un montón de cosas
que no entiendo" (nuevamente sic).
Dichas
reflexiones del Sr. Russo, motivaron que le preguntara, ¿por qué, si había un
montón de cosas que el no conocía, no incorporaba un especialista que lo
asesorara (entre otros temas) en la etiología de la motivación en el deporte,
para quedar mejor posicionado a la hora de tener que ocuparse de la activación
emocional de sus jugadores (tarea ésta última, que sin duda debe ser llevada a
cabo por el Director Técnico).
Lamentablemente
su respuesta fue preguntar a que se dedicaba el autor de ésta nota, y al
responderle que era Psicólogo especializado en deportes, su único (y último)
comentario fue : "Ah, Ahora entiendo", obturando la posibilidad de un
debate serio y profundo.
Otra práctica
común en el fútbol, es aquella que establece expectativas poco realistas sobre
las posibilidades de un futbolista en la competencia. La famosa frase "vos
podés hacerlo" conlleva un alto riesgo, ya que si el deportista ve que no
se cumplen las expectativas previstas, puede sufrir un efecto
"boomerang", que provocará una disminución en la motivación,
afectando la confianza del futbolista en su entrenador.
Según Littman
(1958) "La motivación se refiere al proceso o condición que puede ser
fisiológico o psicológico, innato o adquirido, interno o externo al organismo,
el cual determina o describe porqué, o respecto a qué, se inicia, se selecciona
o finaliza; éste fenómeno se refiere al estado por el cual determinada conducta
frecuentemente se logra o se desea: también se refiere al hecho de que un
individuo aprenderá, recordará u olvidará cierto material de acuerdo con la
importancia y el significado que el sujeto le dé a la situación".
La motivación explica
1. La energía con la que
hacemos algo (velocidad y vigor)
2. La persistencia en la
actividad.
3. La dirección que toma
nuestra conducta.
Motivación conciente e inconsciente
En líneas
generales, lo que una persona acusa o expresa como motivación de su conducta,
suele ser solo una parte de la motivación total, pero puede también ser
únicamente una justificación o racionalización de aquella, escapando a su conocimiento
o a las motivaciones verdaderas.
La motivación
conciente o inconciente, se refiere en última instancia al conocimiento o
desconocimiento respectivamente, que el propio individuo tiene de las
motivaciones.
A menudo en el
fútbol, no se avanza más allá de la motivación conciente, que es la que se ve,
dejando de lado la motivación inconciente u oculta, que es la generadora de la
conducta visible; entonces sucede que muchas veces un entrenador sanciona a un jugador,
por alguna acción incorrecta, sin investigar las causas que originaron dicha
conducta manifiesta.
Ahora bien, el
entrenador, tiene tiempo para ocuparse de las motivaciones inconcientes?, está
capacitado para hacerlo?, creo que la respuesta a las dos preguntas precedentes
es la misma, no.
Al respecto,
creo que puede resultar útil comentar un ejemplo de la práctica.
En uno de los
planteles de fútbol que trabajé, en la previa a un partido que se iba a
disputar dentro de una hora, observé que un jugador del equipo titular, estaba
extrañamente parco, y si bien es cierto que no era uno de los
"animadores" del grupo, tampoco era de los más callados, me acerqué,
le pregunté como estaba, y me dijo que nada, que estaba bien.
Comenzó el
partido, y dicho jugador, tenía desatenciones y cometía errores poco habituales
en él, inclusive, de uno de esos errores, que podríamos llamar de
"oficio" nuestro equipo sufrió un gol en contra, siguió el partido, y
dicho jugador seguía jugando, "como para irse", es decir, con su
desempeño pedía a gritos que lo saquen de la cancha; así lo entendió el
entrenador, y lo reemplazó al poco tiempo de iniciarse el segundo tiempo.
Al salir de la
cancha este futbolista, en vez de quedarse en el banco de suplentes con sus
compañeros (conducta habitual y repetida por todos aquellos que eran
reemplazados), se fue directo al vestuario, y así como estaba (sin cambiarse,
ni dejar su ropa en la utilería), se fue a su casa.
Al terminar el
partido el entrenador me comenta que dicho jugador iba a ser sancionado por él,
debido a la inconducta de retirarse en el medio de un partido; lo único a que
atiné fue pedirle que espere, que me deje hablar con dicho jugador, a lo que el
entrenador en principio accedió.
Al comenzar la
semana de trabajo, dicho futbolista no vino a entrenar, tampoco al día siguiente,
lo mismo sucedió al comenzar el tercer día, y al comentarme el entrenador que
la sanción a aplicar iba a ser mucho más dura que la prevista en el día del
partido, le solicito autorización al entrenador para llamar al jugador por
teléfono.
Así lo hice, y
cuando me comunique con dicho jugador, el mismo me comenta que había tenido un
serio problemas familiar, ante lo cual le solicito que se acerque a la
Institución, para poder conversar en forma personal.
Luego de haber
escuchado al jugador, elaboré un informe para el entrenador, haciendo una
síntesis (sin entrar en detalles) del problema que había padecido dicho
deportista, y que había comenzado poco antes de que el jugador se dirigiera a
disputar el último encuentro, y al que no había podido ponerle palabras a
tiempo, de ahí su performance y posterior inconducta. Terminé el informe
sugiriéndole al entrenador que no sólo no lo sancione, sino que me parecía que
lo que estaba necesitando era que todos le hagamos contención, para poder
atravesar su problema personal, de la mejor manera.
El entrenador
accedió a mi pedido, y en poco tiempo, entre todos logramos que el jugador
recuperara su alegría y esmero por entrenar, recuperándolo para su bien y el de
la Institución. La Teoría de la Profecía Autocumplida:
- Cuando las expectativas del
entrenador se hacen realidad. Otro elemento clave, en la motivación de un
futbolista, es la expectativa que el entrenador tiene en su desempeño.
Me parece útil
comentar aquí, un experimento realizado en 1968 por Rosenthal y Jacobson con
profesores y estudiantes de 18 clases de enseñanza primaria. Dicha
investigación, cuyo título es "Pigmalión en el aula", fue diseñada
para observar si las expectativas de los profesores acerca de las capacidades
intelectuales, podrían afectar la motivación por la tarea.
Los
investigadores, les indicaron a los profesores, que según las puntuaciones que
los alumnos habían obtenido en una prueba psicométrica de habilidades
intelectuales, ciertos niños de cada una de sus clases podían considerarse como
sujetos a los que se les podría predecir un alto éxito académico en los años
escolares futuros. Lo que sucedió realmente, fue que los niños fueron escogidos
al azar, sin tener en cuenta los resultados de la prueba, de manera tal, que no
existía ninguna razón para esperar que fueran a tener un progreso académico
mayor que el del resto de sus compañeros.
Al llegar al
final del curso, muchos de los niños que habían sido pronosticados como los de
mayor crecimiento, habían progresado más que los otros.
Rosenthal y
Jacobson concluyeron que la información falsa que habían dado a los profesores,
les había llevado a tener unas expectativas más altas con respecto a los niños
seleccionados y a actuar de una forma que favoreciera el mejor rendimiento de
éstos alumnos.
Los
investigadores , concluyeron que las expectativas de los profesores
funcionarían como profecías que podrían verse autocumplidas, al impulsar una
serie de actuaciones que tendrían como finalidad última el que las propias
expectativas se cumpliesen.
Las
expectativas de los profesores (entrenadores en nuestro caso), pueden afectar
el potencial de progreso académico de algunos alumnos.
De manera tal
que puede verse afectada la motivación de los estudiantes (jugadores), cuando
las expectativas de los profesores (entrenadores), están por debajo de las
capacidades reales de dichos estudiantes (jugadores).
Si bien es
cierto que un deportista debe partir de una motivación básica, no es menos
cierto que dichos deportistas pueden padecer diferentes problemas, que afecten
temporariamente su motivación.
Una
clasificación posible de los problemas que afectan la motivación de un
deportista, podría ser:
1. Sub - Motivación
En determinadas situaciones de entrenamiento y competencia, los deportistas muestran una motivación y disposición de esfuerzo disminuidos. Por ejemplo: fases de entrenamiento intenso, monótono (pre - temporada), competencias insignificantes, o después de repetidos fracasos.
En determinadas situaciones de entrenamiento y competencia, los deportistas muestran una motivación y disposición de esfuerzo disminuidos. Por ejemplo: fases de entrenamiento intenso, monótono (pre - temporada), competencias insignificantes, o después de repetidos fracasos.
2. Sobre - Motivación
Puede ser manifestada como deseo exagerado de rendimiento, sobremadurez, euforia y ambición de victoria. La sobre - motivación aparece generalmente antes de competencias que son particularmente importantes, y con grandes expectativas.
Puede ser manifestada como deseo exagerado de rendimiento, sobremadurez, euforia y ambición de victoria. La sobre - motivación aparece generalmente antes de competencias que son particularmente importantes, y con grandes expectativas.
3. Fluctuaciones de la
Motivación
Algunos deportistas están sujetos, en determinadas situaciones de entrenamiento y competencia a fluctuaciones de la motivación, quiere decir que su motivación en el entrenamiento y la competencia es inestable y está influida por factores internos y externos.
Algunos deportistas están sujetos, en determinadas situaciones de entrenamiento y competencia a fluctuaciones de la motivación, quiere decir que su motivación en el entrenamiento y la competencia es inestable y está influida por factores internos y externos.
4. Fijación de Motivos
Algunos deportistas están fijados en un motivo único, en particular en el motivo de su rendimiento personal, por lo que otros motivos no son desarrollados o juegan un papel mucho menos importante.
Algunos deportistas están fijados en un motivo único, en particular en el motivo de su rendimiento personal, por lo que otros motivos no son desarrollados o juegan un papel mucho menos importante.
5. Motivación Negativa
La motivación negativa puede expresarse entre otras formas como miedo ante el éxito y el fracaso, miedo de fallar, miedo ante determinadas competencias, o a los contrarios, y miedo a las lesiones.
La motivación negativa puede expresarse entre otras formas como miedo ante el éxito y el fracaso, miedo de fallar, miedo ante determinadas competencias, o a los contrarios, y miedo a las lesiones.
6. Expectativas y
Fijación de Metas Irreales.
Dicho problema puede ser observado, cuando las personas que rodean al deportista han depositado en él expectativas exageradas, las que no pueden ser cumplidas por él. El problema aparece también cuando los deportistas esperan demasiado de si mismos, y se fijan metas muy elevadas. En ambos casos caminan rumbo al fracaso.
Dicho problema puede ser observado, cuando las personas que rodean al deportista han depositado en él expectativas exageradas, las que no pueden ser cumplidas por él. El problema aparece también cuando los deportistas esperan demasiado de si mismos, y se fijan metas muy elevadas. En ambos casos caminan rumbo al fracaso.
7. Motivación Externa
Algunos deportistas dependen de los factores de motivación externa, tales deportistas necesitan un reforzamiento permanente, atención y reconocimiento a través de otras personas para mantener su motivación en el entrenamiento y en la competencia. Dichos deportistas motivados desde afuera, no están en la posición de motivarse a si mismos cuando se presentan problemas, y de mantener su motivación por largo tiempo.
Algunos deportistas dependen de los factores de motivación externa, tales deportistas necesitan un reforzamiento permanente, atención y reconocimiento a través de otras personas para mantener su motivación en el entrenamiento y en la competencia. Dichos deportistas motivados desde afuera, no están en la posición de motivarse a si mismos cuando se presentan problemas, y de mantener su motivación por largo tiempo.
8. Auto recompensa
inapropiada
En ocasiones los deportistas se recompensan a si mismos después de éxitos y fracasos, sin embargo de un modo inapropiado (por ejemplo: después de una victoria o de una derrota, tengo que comprarme algo, o me junto con amigos, compañeros o familiares para tomar cerveza).
En ocasiones los deportistas se recompensan a si mismos después de éxitos y fracasos, sin embargo de un modo inapropiado (por ejemplo: después de una victoria o de una derrota, tengo que comprarme algo, o me junto con amigos, compañeros o familiares para tomar cerveza).
9. Atribución causal
inapropiada
Muy seguido, los deportistas, hacen una atribución parcial e indiferenciada de causas para el éxito y el fracaso. Algunos deportistas tienden a atribuirse todo a si mismos (atribución causal interna de motivos), otros rechazan cualquier atribución hacia si mismos, y atribuyen el fracaso a factores externos (por ejemplo: si ganamos es gracias a mí, si perdemos, el técnico no sabe nada).
Muy seguido, los deportistas, hacen una atribución parcial e indiferenciada de causas para el éxito y el fracaso. Algunos deportistas tienden a atribuirse todo a si mismos (atribución causal interna de motivos), otros rechazan cualquier atribución hacia si mismos, y atribuyen el fracaso a factores externos (por ejemplo: si ganamos es gracias a mí, si perdemos, el técnico no sabe nada).
A modo de síntesis; partiendo de la premisa de que
en el fútbol salvo la competencia, todo lo demás es entrenable, y al ser la
motivación una cualidad básica para cualquier actividad humana, resulta
imposible tomar a la motivación como un aspecto fijo e inmóvil, ya que la misma
se va modificando cotidianamente.