Reflexión de la
importancia de la ontogénesis y filogénesis en nuestra futura profesión
La ontogénesis y la filogénesis son
procesos que determinan e influyen en el individuo, ya que el ser humano
sufre cambios a lo largo de toda su existencia debido tanto a su herencia
como al medio con el cual interactúa, por lo tanto es necesario que como
profesionales que trabajaremos directamente con individuos tenga pleno
conocimiento de estos procesos.
Nos resulta fundamental conocer
que el desarrollo ocurre en etapas y que incluye el conjunto de todas las
funciones corporales y psicológicas del individuo puesto que la ausencia
de este conocimiento nos podría llevar a cometer errores irreparables que
mermarían la vida de las personas a las cuales tratamos, y a nivel amplificado
en la sociedad puesto que cada individuo forma parte del medio de otros
individuos. A modo de ejemplo de esto exponemos la posibilidad de cometer
errores como intentar que los niños desarrollen habilidades que correspondan a
etapas mas adelantadas lo cual podría derivar en distintas alteraciones
psicomotrices que perjudicaría el desarrollo normal del niño. También se
podría dar el caso de no estimular una habilidad en el tiempo en que el niño ya
este listo para desarrollarla, lo que retrasaría el desarrollo del niño y no le
permitiría adquirir habilidades mas especificas debido a que carecería de las
habilidades básicas previas necesarias.
Por otro lado al tener total
conocimiento y un entendimiento cabal de que “se desarrolla o que se debe
desarrollar en cada etapa“ podremos contribuir a un buen desarrollo
psicomotor de un sujeto ya que podremos estimular los procesos y ayudar a
corregir las diversas alteraciones que puedan presentarse.
Estos procesos, filogénesis y
ontogénesis, nos brindan criterios que nos ayudan a mantener ciertas nociones,
pero estos criterios no deben acatarse de modo inflexible, es importante saber
que “Al hablar de la evolución del individuo se establece un criterio de
generalidad y de normalidad que pretende incluir al mayor número de sujetos
posible. La ontogénesis, de este modo, fija una serie de momentos o fases en el
desarrollo individual como consecuencia del estudio amplio de los sujetos. Así,
al decir, por ejemplo, que el niño empieza a caminar hacia los 12 meses, debe
considerarse como dato genérico y generalizable, lo cual no quiere decir que no
exista un margen de tolerancia según el cual individuos perfectamente normales
inicien la marcha hacia los 10 o hacia los 14 meses.”(Pedro Pablo Barruezo).
Tras todo esto podemos concluir
que el conocimiento de la filogénesis, la ontogénesis y su correspondiente
desarrollo en el individuo, así como la correcta aplicación de estos
conocimientos como profesionales, influirá categóricamente en nuestra calidad
profesional y más importante aun en la calidad del desarrollo psicomotor que
obtengan las personas que trataremos.